Visitantes lejanos en el Río Cagüitas

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Por Ernesto E. Santiago / Especial para El Nuevo Día endi.com Los chillidos de un ave cautivó la atención de una señora que se ejercitaba a lo largo del paseo tablado del Río Cagüitas en Caguas. Sus plumas eran marrón-oscuro en su parte superior y su cabeza la cruzaba una línea oscura particular. Volaba muy cerca de la superficie del río y en sus garras llevaba un pescado. La aparición fue mi gran excusa para explicarle que se trataba de un Águila Pescadora (Pandion haliaetus), un ave migratoria que nos visita año tras año desde Norteamérica desde donde vuela miles de millas hasta llegar a este río en esta isla caribeña. La señora no podía creer lo que le contaba. Ni ella ni muchos puertorriqueños conocen que cada año miles de millones de aves migratorias de Norteamérica pertenecientes a cientos de especies, y aún de lugares tan distantes como el Ártico y los bosques boreales de Canadá y Alaska, vuelan hacia el sur desde sus territorios de reproducción en busca de fuentes de alimento que no están disponibles durante los meses de invierno en sus lugares de reproducción. Y muchas de ellas llegan a Borinquen, y algunas han hecho del Río Cagüitas su refugio. A pesar de su corta extensión, este río -que nace en Aguas Buenas y que fluye por Caguas- es una importante fuente de alimento para interesantes especies como el Águila Pescadora, el Playero Guineilla Menor (Tringa flavipes), el Playero Guineilla Mayor (Tringa melanoleuca) y el Playero Solitario (Tringa solitaria), entre otros. Pero es el Águila Pescadora la más destacada de este río y que es fácilmente observable desde el paseo tablado y lineal instalado en la ribera de este río. Aunque al Águila Pescadora le llamamos comúnmente “águila”, la misma es única en su género. Las plumas de su parte superior son marrón-oscuro y mayormente blancas en su pecho y vientre. Su cabeza es blanca con una línea oscura que le atraviesa los ojos a cada lado de la cara. La subespecie de esta ave que migra a Puerto Rico no se reproduce en nuestra isla, la misma procrea en Norteamérica y en algunos lugares de Cuba. Visita el Río Cagüitas a partir de agosto y permanece allí hasta abril o mayo del próximo año, para luego emprender su viaje de regreso al norte. Se alimenta de peces que detecta volando sobre el río y luego se lanza al agua con sus garras hacia adelante para luego comer su presa en alguna rama cercana y en raras ocasiones en el suelo. Otras aves migratorias que provienen de Norteamérica y que encontramos en el río son los playeros o aves ribereñas. Dos de sus especies son el Playero Guineilla Menor y el Playero Solitario, los que más llaman la atención debido a que más del 80% de sus poblaciones en Norteamérica se reproducen en los bosques boreales de Canadá y Alaska. Sólo se requieren unos binoculares y un poco de paciencia para que cualquier persona pueda observar a estos playeros en algunas secciones del río. El Río Cagüitas es un ecosistema de extraordinaria importancia para la avifauna local y migratoria. Este río necesita urgentemente del cuidado de todos los ciudadanos debido a que su salud natural esta amenazada por proyectos de construcción y por la acumulación de basura en algunas de sus secciones. Su conservación y protección es crucial para asegurar el bienestar de las especies de aves que habitan en él. El autor es miembro de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña (SOPI).