Borinqueña, ¿Estás pensando seguir una carrera en la academia? Lee mi historia
Enviado por Idhaliz del R. Flores Caldera el
Borinqueña enfatiza la contribución de la mujer puertorriqueña e hispana en las ciencias y la tecnología y brinda un espacio para discutir temas de interés y de empoderamiento de la mujer. En '¿Qué pasa, Borinqueña? compartimos una variedad de experiencias y perspectivas de mujeres y hombres comprometidos con promover la igualdad para las mujeres en las ciencias.
Nací en Ponce pero viví toda mi vida en Coamo donde asistí a las escuelas públicas del pueblo. Desde joven me llamaban mucho la atención las ciencias y también era muy buena en el inglés. Por mis buenas notas todos me decían que sería médico, pero algo me decía que esa no era mi vocación.
En la universidad descubrí la microbiología y ese mundo microscópico me causó gran curiosidad y fascinación. Me tomó un tiempo entender que estudiar ciencias iba más allá de solo satisfacer esa curiosidad; también podría hacer grandes contribuciones a la sociedad. Entender que mediante esta carrera podía impactar la salud, no sólo de un individuo, sino de toda una población, fue una gran motivación. Me fui a estudiar un doctorado en genética molecular en la Universidad de Rutgers, New Jersey, luego de culminar mi bachillerato en microbiología industrial en UPR-Mayagüez. El tiempo demostró que tenía la tenacidad, automotivación y capacidad de análisis crítico necesarios para ser exitosa, o al menos ser feliz, en esta profesión.
La primera barrera que enfrenté fue el desconocimiento general que existía en mi época sobre hacer un PhD en ciencias. Soy afortunada de haber tenido excelentes mentores que me motivaron a solicitar programas de verano en investigación biomédica. Jamás habría podido por mi cuenta conocer sobre estos programas y oportunidades. Hoy en día, hay mucha más información disponible y casi todas las universidades tienen programas de capacitación para estudiantes con interés en las ciencias biológicas o biomédicas. En mi pasantía de verano como subgraduada aprendí algunas técnicas de laboratorio; aunque fue una experiencia muy general pude ver que podría estudiar en los Estados Unidos. En Rutgers tuve que aprender rápido, de cero, desde cómo usar una pipeta hasta alimentar células y finalmente clonar genes y hacer estudios con animales de laboratorio. La barrera más grande que enfrenté estudiando mi doctorado fue el inglés conversacional y el desconocimiento de principios básicos de diseño experimental, escritura científica, y estadísticas. Todas esas deficiencias las pude superar bastante rápido con la ayuda de mentores y compañeros de laboratorio y mi capacidad de ser autodidacta. Finalmente, vivir lejos de la familia, amigos y de mi Isla también fueron grandes retos. {aprendizaje #1: identifica tus deficiencias y limitaciones y enfócate en sobrepasarlas}
Luego de formarme en el área de biología molecular enfocada en el cáncer y más tarde aplicada al estudio del VIH y asma, una situación de salud personal me llevó a decidir cual sería mi enfoque de investigación: salud de la mujer, en especial salud reproductiva. Una de las cosas que más me sorprendió cuando comencé a investigar la endometriosis y la infertilidad fue lo poco que se sabía al respecto, el aura de misterio y los mitos y tabúes asociados a ambas condiciones. Me di cuenta que había encontrado un nicho científico en el cual podría contribuir grandemente. {aprendizaje # 2: identifica tu nicho y tu pasión}
Tuve mucha suerte cuando decidí regresar a Puerto Rico y obtuve mi primera experiencia como profesora. Cuando tomé la decisión de regresar envié mi hoja de vida a las escuelas de medicina en la Isla, y también a la industria farmacéutica. Muy rápido me contestó la Escuela de Medicina de Ponce. Un profesor en el Departamento de Microbiología se retiraba y necesitaban ocupar esa posición lo antes posible. Yo estaba en el lugar y el momento indicado. Sin embargo, aceptar esta posición conllevaba una gran responsabilidad. Debía prepararme para enseñar una materia muy especializada a estudiantes de medicina. Nadie me había preparado para enseñar a nivel avanzado. Enfrenté este reto con gran determinación y enfoque. En preparación para esa clase asistí a lecciones en la Universidad de Puerto Rico y en la Católica. Entrevisté a otros profesores sobre cómo me debía preparar y leí todo lo que pude sobre el tema. En seis meses me presenté ante el grupo de estudiantes de medicina y salí fortalecida al ver que fui capaz de transmitirles a ellos lo que había aprendido. {aprendizaje # 3: el PhD te enseña a ser autodidacta}
Para aquellas mujeres que aspiran a una posición en la academia y desean ser exitosas en la investigación, la clave es el manejo del tiempo y encontrar un equipo de apoyo. Es crucial identificar que momento del día es cuando se es más productiva. El equipo de apoyo (pareja, madre, hermanas, amigas) será de gran valor, especialmente en esos momentos en que es necesario permanecer unas horas más en la oficina o trabajar fines de semana. El tema de investigación que elijan debe apasionarles ya que será el motor que las impulsará a seguir adelante a pesar de los retos que serán inevitables. Hoy en día somos afortunadas de tener disponibles muchísimas modelos a seguir, mujeres luchadoras y apasionadas por lo que hacen; que también tienen múltiples roles: esposas, madres, empresarias, consultoras, voluntarias, servidoras públicas, etc. Tener claro que se puede ser exitosa como profesional y también en lo personal es crucial. En mi caso nunca me he visto como una "científica puertorriqueña" (o sea, una especie rara, exótica) sino como científico y punto, sin etiquetas ni expectativas que no sean lograr la excelencia. Entonces, me levanto todos los días con la seguridad de que podré enfrentar los retos de ese día y cumplir mis obligaciones satisfactoriamente. Al final del día, serán muchas las cosas que se quedaron por hacer, pero allí estarán mañana listas para ser atacadas con ánimo y convicción. {aprendizaje #4: Tu también puedes ser exitosa, manejar tu tiempo, encontrar tu sistema de apoyo y aspirar a la excelencia}
Mi experiencia general en la academia ha sido positiva. Me he sentido apoyada como profesional aunque hay mucho espacio para mejorar y lograr un ambiente más sensitivo a las necesidades de mujeres (¡y hombres!) que tienen múltiples roles. En mi actual posición académica puedo decir que me siento cómoda y que se respeta mi individualidad, mis intereses y mi criterio académico. Aún así sería de gran valor que existieran más recursos que faciliten nuestro trabajo y ayuden a navegar el complejo sistema académico en el que existimos (tiempo flexible, desarrollo profesional, sistema de mentoría, cuido de niños). Además sería bienvenido que se nos evaluaran no sólo por el número de publicaciones científicas y subvenciones sino también por la excelencia en otras tareas que a menudo no son tan valoradas (estudiantes que capacitamos, actividades de alcance a la comunidad). No cambiaría nada de mi trayectoria académica. Aprendí a minimizar mis deficiencias (mi acento al hablar inglés) y maximizar mis fortalezas (pasión por la lectura y escritura, automotivación). Aprendí a tomar ventaja de mi situación particular: procurar mi desarrollo científico pero también personal y cultural, beneficiándome de la cercanía a New York y de compañeros de estudios de varios países del mundo. Aprendí a cultivar un grupo de apoyo que fue de gran valor para ayudarme a sobrepasar los momentos difíciles de vivir en el exilio. {aprendizaje # 5: hay muchas cosas que aprender en el camino y muchas oportunidades de crecimiento. ¡Aprovéchalas!}
Me siento afortunada de tener un "trabajo con sentido" que es diferente cada día y que me obliga a utilizar mi ingenio para resolver rápida y efectivamente las situaciones a las que me enfrento en mis diversas facetas, como profesora de futuros médicos e investigadores, escritora y administradora de subvenciones, evaluadora de aspectos éticos de la investigación, líder de banco de tejidos, y voluntaria de grupos de apoyo para pacientes. {aprendizaje #6: Una carrera en la academia es satisfactoria, dinámica, retante y ¡nunca es aburrida! Te dará satisfacciones enormes y razones para sentirte orgullosa al observar a tus discípulos practicar y enseñarle a otros en esta cadena de conocimientos compartidos}
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