Un equipo formado por miembros de agencias estatales, federales y biólogos liberará mañana por vez primera en el Bosque estatal de Maricao a 31 cotorras puertorriqueñas con el objetivo de que se reproduzcan en estado silvestre.

El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) informó hoy a través de un comunicado  que la iniciativa supone un nuevo paso en el esfuerzo por aumentar la población de la cotorra puertorriqueña para sacarla de la lista de especies en peligro de extinción.

El secretario del DRNA, Nelson Santiago Marrero, señaló que con esta liberación el Bosque estatal de Maricao se convierte en el tercer lugar donde la cotorra puertorriqueña reside, tras los hábitats del Bosque Nacional de El Yunque (Luquillo) y el Bosque Estatal de Río Abajo (Utuado y Arecibo).

La liberación en Maricao se produce un año después de que las cotorras fueran trasladadas a una jaula de vuelo ubicada en esa área natural protegida del DRNA.

Durante ese periodo de tiempo, las cotorras fueron entrenadas para vivir en la vida silvestre, lo que implicó alimentarlas con frutas naturales de las que encontrarán en el bosque, enseñarlas a reconocer a los depredadores naturales y mejorar su condición física en la jaula de vuelo.

Las cotorras que serán liberadas portan transmisores que fueron instalados previamente con el propósito de que se acostumbren a llevarlas en sus cuellos y a su peso.

El transmisor ayudará a los biólogos a localizarlas y saber a cuánta distancia vuelan, lo que permitirá obtener datos sobre dispersión, supervivencia y adaptación al hábitat.

Para aumentar las posibilidades de supervivencia de la cotorra puertorriqueña los biólogos colocaron nidos artificiales en todo el bosque.

También tomarán medidas de control contra los depredadores y especies que compiten con esta especie autóctona.

"Tenemos muy altas expectativas con esta primera liberación de cotorras en el Bosque estatal de Maricao, donde sabemos que hay las condiciones propicias para que habiten y se reproduzcan exitosamente", dijo Santiago Marrero.

La directora del Servicio federal de Pesca y Vida Silvestre para la Región Sureste, Cindy Dohner, indicó por su parte que la reintroducción de la cotorra puertorriqueña en el Bosque de Maricao es el comienzo de un nuevo capítulo en la historia del Programa de Recuperación de esta especie.

"La cotorra puertorriqueña es una especie endémica de Puerto Rico y es la única cotorra nativa de los Estados Unidos. Este momento se vuelve más significativo cuando nos damos cuenta de que tomó más de 40 años llegar hasta donde nos encontramos, y que a este esfuerzo de conservación y protección se han unido generaciones de científicos y profesionales", resaltó Dohner.

El director regional de Recursos Biológicos y Físicos del Servicio Forestal federal, Robert Trujillo, señaló que se espera que el Bosque estatal de Maricao proporcione una conexión de desplazamiento para esta cotorra a través de otras áreas boscosas como el Bosque Estatal de Susúa, el Bosque Estatal de Guilarte, las regiones boscosas de la Cordillera Central y la región Kárstica.

Durante la etapa precolombina, la cotorra puertorriqueña abundaba, pero la deforestación, la depredación, las enfermedades y la caza furtiva la llevaron casi al borde de la extinción.

De igual modo, durante la década de los años setenta del pasado siglo los polluelos y los huevos fueron capturados con el fin de comenzar un esfuerzo de colaboración entre las agencias estatales y federales para lograr la recuperación de la población de la cotorra puertorriqueña.

La población se estima actualmente en más de 500 aves en cautiverio y libres que se distribuyen entre el Bosque Nacional El Yunque, el Bosque Estatal Río Abajo y el Bosque estatal de Maricao.