Peculiaridades sobre algunas abejas de Puerto Rico – parte I
Enviado el 4 octubre 2016 - 5:28pm
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Cuando se mencionan las abejas en Puerto Rico, por lo general se piensa en la abeja melífera (Apis mellifera). La mayoría del público desconoce que en nuestra isla habitan cerca de tres docenas de especies de abejas de las cuales poco más de una cuarta parte (26%) son endémicas o únicas de nuestra Isla.
La gran mayoría de estas especies son de colores brillantes, pero se desconocen porque no son comunes. Tal vez el único lugar en donde se pueden observar varias de estas especies con frecuencia es en la Isla de Mona.
Algunas de estas, las más conocidas y las más peculiares, serán el objetivo de los dos artículos que publicaremos en Diálogo a partir de hoy.
La especie Xylocopa mordax es conocida como el Cigarrón, Abejón o Abejorro Carpintero. Esta es la abeja grande o abejón, que es de coloración negra y que suele observarse en una amplia variedad de hábitats, incluyendo áreas urbanas. Esta es una especie nativa, ya que habita de forma natural en las otras Antillas Mayores.
A las abejas del género Xylocopa, se les llama carpinteros, porque excavan su nido sobre ramas muertas o espeques de madera. La mandíbula de estas abejas, particularmente la de las hembras, es fuertísima. Para hacer el hueco en un espeque “muerden” la madera, comienzan a mover su cuerpo rápidamente hacia los lados, lo que da la impresión de que están vibrando, y desprenden los pedacitos de la madera. Eventualmente construyen un túnel y dentro de este construyen cámaras en donde depositarán los huevos de los cuales emergerán sus crías.
Al igual que la abeja melífera, los abejones son polinizadores sumamente importantes y en algunas ocasiones son polinizadores obligados de ciertos tipos de plantas como las pasifloras(Passifloraceae) a la cual pertenece la parcha (Passiflora edulis). Cabe señalarse que en Puerto Rico este insecto es uno de los pocos polinizadores que tiene el Matabuey (Goetzea elegans), que es una planta en peligro de extinción.
Cuando una abeja o abejón visita una planta, por lo general obtiene néctar y polen y a su vez poliniza las flores. A esta asociación, se le conoce como mutualismo en donde ambos partícipes se benefician.
Sin embargo, el abejón en ocasiones visita plantas donde las flores son sumamente grandes, la corola es muy larga y el insecto no puede llegar al lugar en donde se encuentra el néctar. En estos casos este tipo de abeja, se dedica a lo que se conoce como “robar” néctar.
Para lograrlo el abejón, con sus fuertes mandíbulas, hace un hueco en la parte inferior de la flor para obtener el preciado líquido. Cabe señalarse que, en estos casos, el insecto no poliniza las flores. Hemos observado a abejones utilizar dicha estrategia en árboles de roble blanco (Tabebuia heterophylla).