Privados los bañistas del disfrute de aguas claras

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Por Francisco Quiñones / Especial El Nuevo Día endi.com Arecibo - El caño Tiburones era un cuerpo de aguas claras y cristalinas. Así lo recuerda Carlos Ortiz, residente y comerciante del barrio Factor 2 de Arecibo, que de niño acostumbraba pescar y bañarse en las aguas de lo que los vecinos llaman “La Furnia”. No obstante, la proximidad del vertedero al cuerpo de agua, declarado reserva natural hace varios años, parece haber alterado esto. “Yo me acuerdo cuando me bañaba y pescaba en el caño, que el agua era clarita. Tú te metías al agua y te veías completo debajo de ella. Ahora se han convertido en aguas negras”, rememoró Ortiz. “Yo me imagino que las aguas subterráneas del vertedero tienen que haber convertido el caño en aguas negras, además de aguas de otros lugares que descargan ahí”, manifestó. “Va mucho tiempo que yo no voy a bañarme ahí por la contaminación. En verdad, yo no veo cómo puede haber una reserva natural al lado de un vertedero”, añadió. De hecho, la práctica de establecer vertederos en humedales o cerca de éstos fue promovida por el Estado durante gran parte del siglo 20. Javier Laureano, director ejecutivo del Consorcio del Estuario de la Bahía de San Juan, explicó que “el gobierno local promovía que se rellenaran los humedales, ciénagas, lodazales y mangles porque los identificaba como el origen de la influenza, de mosquitos, de malos olores y de males sociales”. Según Laureano, como parte de esa política, se establecieron vertederos a cielo abierto y también comunidades sobre humedales que fueron rellenados. “No es hasta 1970 que se llega a tener una consciencia mucho más precisa de este problema y comienzan a surgir las primeras agencias ambientales”, dijo Laureano, quien explicó que las autoridades se percataron del problema cuando la ciudadanía comenzó a reportar incendios sobre ríos debido a su nivel de toxicidad. La proliferación de vertederos cerca de los humedales llegó a tal punto que, según confirmó la JCA a El Nuevo Día, todos los vertederos que existen en el área norte están cerca de la costa, de acuíferos o de la región del karso. Por su parte, Laureano indicó que es muy probable que todos estos cuerpos de agua cercanos a los vertederos hayan sido impactados por contaminantes. “El concepto de relleno sanitario (que es un sistema que evita que las corrientes pluviales que caen sobre el vertedero lleguen al subsuelo) es muy reciente. Así que con toda probabilidad, las aguas pluviales que caían sobre la basura y se convertían en lixiviados (los líquidos contaminantes que los desperdicios liberan al contacto con el agua) pueden haber alcanzado los acuíferos subterráneos y haber impactado esos cuerpos de agua cercanos”, aseguró.