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Protegiendo la paloma turca

Imagen de Wilson Gonzalez-Espada
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Según la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, en la Isla viven siete tipos diferentes de palomas. La que más conocemos, y algunos detestan, es la paloma doméstica (Columba livia).

Otras especies de palomas incluyen la paloma cabeciblanca (Patagioenas leucocephala), las palomas perdices (Geotrygon chrysia, Geotrygon mystacea y Geotrygon montana), la paloma sabanera (Patagioenas inornata) y la paloma turca (Patagioenas squamosa).

De acuerdo a la Videoteca de la Fauna de Puerto Rico, la paloma turca es la paloma de mayor tamaño (hasta 16 pulgadas) residente en Puerto Rico. Es arbórea y arisca. Su cabeza, cuello y pecho son púrpura, mientras que las plumas del resto del cuerpo son grises. Las plumas del cuello parecen escamas de pez.

La caza de la paloma turca es legal y está debidamente regulada y monitoreada desde 1986. La licencia de caza se otorga después que la persona interesada toma un curso educativo y un examen sobre el material del curso que cubre regulación de caza e identificación de especies.

Desafortunadamente, también existe la caza ilegal. La población de paloma turca se puede ver afectada por ambas fuentes de mortandad.  Los individuos que cazan ilegalmente usualmente saben los lugares en donde pueden cazar fácilmente a las palomas turcas, sin importarles las regulaciones vigentes.

Para saber si una especie es abundante o está amenazada, hay que estimar su tamaño poblacional. Los científicos han desarrollado una serie de métodos para contar o estimar con precisión la población de una especie.

El método más obvio sería un “censo”, es decir, contar cada uno de los individuos de la misma especie que viven en Puerto Rico. Este método daría resultados precisos, pero es imposible contar todas las áreas ocupadas por la paloma turca y todas las palomas individuales que viven en estas áreas.

Otro método se llama “marcar y recapturar”. Usando esta estrategia, se capturan cierto número de individuos, se marcan de alguna manera, y se sueltan de regreso a su hábitat. Unas semanas después se capturan cierto número de individuos, algunas de las cuales ya estarían marcados. Con esta información los científicos estiman la población. Este método no es factible en el caso de las palomas, ya que la probabilidad de recaptura es sumamente baja y no permite estimar correctamente los parámetros poblacionales.

Una tercera estrategia se llama “muestreo”. Aquí los científicos cuentan aproximadamente cuántos individuos viven en un área pequeña. Luego visitan otras áreas distintas y repiten el proceso, y así sucesivamente. Finalmente, los científicos usan análisis estadísticos para estimar la densidad poblacional (individuos/acre).

Todos estos métodos tienen ventajas y desventajas. Los científicos usan complicados algoritmos estadísticos, así como protocolos uniformes y precisos, para reducir al máximo el margen de error en los estimados de población.

Los científicos Frank Rivera Milán y G. Scott Boomer, del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, y Alexis Martínez, del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, se unieron para estimar cómo ha cambiado la población de la paloma turca en los últimos 25 años y calcular cuál es la población actual. Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista profesional “The Journal of Wildlife Management.”

Los científicos estimaron una población de poco más de 50,000 palomas turcas en el 1986, la cual aumentó hasta unos 150,000 individuos en el 1989. Los huracanes Hugo y Georges afectaron a las palomas en algunas áreas, pero no a nivel poblacional. 

La paloma turca se benefició por la recuperación de los bosques en la isla en los 80s y 90s, alcanzando unos 350,000 individuos en el 1998. Sin embargo, se redujo su población casi a la mitad para el 2003. La población se recuperó y alcanzó 350,000 individuos en el 2009.

Entre el 2008 y el 2013, los investigadores estimaron que el hábitat de la paloma turca puede sostener un máximo de 525,000 individuos y que la población de estas aves en el 2014 debe ser de 216,000. Esta cantidad es 47,000 palomas menos que el promedio de 262,899 entre los años 1986-2012.  

Aún más preocupante es que el estimado de la población actual de palomas turcas es menos de la cantidad mínima necesaria para mantener la población en equilibrio. Cuando la población está en equilibrio hay un balance entre las palomas que nacen y las que mueren, ya sea por causas naturales o por ser cazadas.

Luego de incontables horas de investigación de campo, los científicos Frank Rivera Milán, G. Scott Boomer y Alexis Martínez han logrado su objetivo de integrar el monitoreo y el modelaje poblacional para hacer predicciones sobre la población de palomas turcas.

El autor es Catedrático Asociado en Física y Educación Científica en Morehead State University y es miembro de Ciencia Puerto Rico (www.cenciapr.org).

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