Por: Mario Marazzi / Especial El Nuevo Día

El Nuevo Día

La mayoría de nosotros probablemente nunca hemos bregado con estadísticas pero para aquellos que alguna vez tomaron cursos en esa materia, la mera mención de la palabra puede evocar traumáticas memorias. Sin embargo, para los científicos y los encargados de establecer y ejecutar políticas públicas, las estadísticas son indispensables.

Las estadísticas son herramientas de cuantificación que nos permiten separar la paja del grano, lo cual es esencial para tomar decisiones que beneficien a nuestra gente. Fue con este propósito que en el 2007 se creó el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico.

La misión del Instituto es tan simple como esencial: asegurar que Puerto Rico cuente con estadísticas completas, confiables y accesibles. La idea es que decisiones futuras puedan depender de esos datos científicos, y no de vaivenes sociales o políticos transitorios.

¿Cómo benefician las estadísticas, y el trabajo del Instituto, al puertorriqueño común?

Hace unos años, el Informe de Estadísticas Vitales del Departamento de Salud reflejó cambios en las tasas de mortalidad que al momento no se entendían bien y luego resultaron ser irreales.

Las estadísticas de mortalidad son sumamente importantes para determinar los servicios médicos que la población necesita, lo cual puede significar la diferencia entre la vida o muerte.

Para producir unas tasas de mortalidad más exactas, el Instituto realizó un proyecto en el cual detectó miles de muertes que no fueron contabilizadas en las estadísticas anteriores, ni informadas al gobierno federal.

Los resultados de este informe serán publicados a finales del 2010 y se espera que este diagnóstico resulte en beneficios directos a la salud del puertorriqueño.

Errores que cuestan

Las estadísticas erróneas también nos afectan económicamente. Por ejemplo, un informe de telecomunicaciones global dice que en Puerto Rico hay una computadora por cada 100 personas, mientras que República Dominicana hay dos.

Aunque este dato es erróneo, la ausencia de estadísticas confiables sobre este asunto llevó a los autores del informe a estimar la información, llegando a una conclusión incorrecta.

Si un inversionista especializado en electrónicos utiliza esta información para decidir donde hacer sus inversiones, las haría en la República Dominicana, teniendo repercusiones económicas negativas para Puerto Rico.

Para tener estadísticas confiables, la transparencia en cómo se obtuvieron los datos, y la accesibilidad a estos datos por personas ajenas al Instituto es esencial.

Data virtual

Fue con estos propósitos en mente que el Instituto estableció una Biblioteca Virtual, accesible a través del Internet, en cualquier momento y desde cualquier parte del mundo: www.estadisticas.gobierno.pr/iepr/Estadisticas/Bibliotecavirtual.aspx.

Esta biblioteca contiene cientos de estudios estadísticos, incluyendo el estudio más reciente del cáncer en Vieques y el único estudio comisionado por el gobierno sobre la población con autismo.

En la última semana, el Instituto ha sido reseñado extensamente en los medios de comunicación de Puerto Rico por su proyecto relacionado con el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Aunque poco conocido, el IPC mide los cambios en el costo de vida de las familias típicas puertorriqueñas, lo cual es fundamental para analizar nuestra economía.

A principios de año, el U.S. Bureau of Labor Statistics, el Departamento del Trabajo, y el Instituto de Estadísticas completaron un proyecto colaborativo que produjo un nuevo IPC, luego de haber encontrado que el IPC anterior estaba sobre estimado.

El problema con el IPC

Cuando el IPC se sobre estima, puede conllevar despidos innecesarios, y puede lacerar nuestra competitividad global.

A pesar de lo crucial de mantener este Índice al día, el Departamento del Trabajo se negó a publicarlo y en el proceso dejó de cumplir con su deber ministerial de mantener al día el IPC. (Al cierre de esta edición el Departamento del Trabajo finalmente reveló el Índice)

En fin, los datos estadísticos son esenciales a la hora de profundizar, de manera científica, en las políticas públicas que afectan a todos los puertorriqueños. La creación de un Instituto de Estadísticas para todos los puertorriqueños, que funcione de manera autónoma e independiente a los partidos políticos, pone a Puerto Rico a la par, en ese renglón, al resto de los países industrializados que basan sus decisiones en hechos cuantitativos y no en intereses particulares.

La transparencia, y el acceso a datos estadísticos confiables, son esenciales en ese proceso y ponen las ciencias de las estadísticas al servicio del pueblo de Puerto Rico.