Respuesta física de un corazón roto
Enviado el 27 junio 2007 - 10:51am
Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.


Por Dr. Juan José Rivera / Especial para El Nuevo Día
endi.com
Hoy se cumplen dos meses desde que Juanita Thomas, a quien le agradezco el permiso para contar esta historia, perdiera a su compañero de más de cincuenta años. Dos semanas luego de la muerte de su esposo, tuve la oportunidad de verla en mi clínica de Cardiología para una cita de seguimiento. Todo me pareció estar bien. No entiendo cómo no pude ver la tristeza y la carga tan grande que había sido depositada en su corazón.
La llamada entró a eso de la media noche. Juanita había sido admitida a la unidad de intensivo coronaria del hospital de Johns Hopkins con dolor de pecho y dificultad respiratoria. Todo indicaba que estaba sufriendo un ataque al corazón. Decidimos hacerle un cateterismo de las arterias coronarias, el cual nos permitiría visualizar directamente cualquier bloqueo presente en las arterias del corazón y posiblemente aliviar la obstrucción mediante una intervención relativamente rápida.
El procedimiento se dio sin ninguna complicación, pero los resultados no eran compatibles con nuestra suposición clínica. Las arterias coronarias de Juanita se encontraban completamente limpias. La ausencia de obstrucción arterial, aunque favorable para la paciente, aumentaba significativamente la incertidumbre de su diagnóstico.
Un ecocardiograma, o ultrasonido, demostró que el corazón de Juanita se contraía en un patrón sumamente peculiar, causando que su función disminuyera de un 65% a un 25%. La base del corazón continuaba latiendo de manera habitual mientras que la parte central y distal habían perdido su capacidad de contracción. Recordé unas imágenes que el doctor Ilan Wittstein había presentado en una de nuestras conferencias en la cual habló sobre el Síndrome del Corazón Roto. Me pareció haber encontrado el diagnóstico correcto.
El Síndrome del Corazón Roto, o Broken Heart Syndrome, surge a raíz de un episodio emocional significativo. El estrés hace que el nivel de adrenalina en la sangre aumente precipitadamente, lo que a su vez causa un adormecimiento temporero del corazón. Es decir, el músculo cardiaco deja de contraerse adecuadamente causando que retención de líquido en los pulmones. Esta serie de eventos fisiológicos causan dolor de pecho y dificultad respiratoria, síntomas principales de este síndrome.
Hasta el día de hoy, nuestro grupo de investigación, liderado por el Dr. Ilan Wittstein, ha recopilado un total de 130 casos de individuos que han sido diagnosticados con el Síndrome del Corazón Roto. El 90% de estos pacientes han sido mujeres que han pasado el periodo de la menopausia, lo que sugiere algún tipo de asociación hormonal. Todos se presentaron al hospital luego de haber sufrido un evento emocional significativo, como por ejemplo, la muerte inesperada de un familiar, violencia doméstica, el miedo a un procedimiento médico o problemas con la ley. Sin excepción alguna, todos los cateterismos han demostrado ausencia de bloqueos en las arterias coronarias y todos los ultrasonidos del corazón demuestran el mismo patrón de contracción antes descrito. El nivel de adrenalina de estos pacientes durante el episodio de enfermedad se encontraba sumamente elevado. El 100% de estos individuos ha recuperado su función cardiaca en menos de 2 meses; algunos en menos de una semana.
El corazón de Juanita recuperó su función de acuerdo al curso natural de la enfermedad. Su historia evidencia el impacto directo que tienen la mente y las emociones en la salud de los seres humanos. Los científicos aún comienzan a explorar aquello que nuestras abuelas y tatarabuelas entendían por cultura popular -la pérdida súbita de un ser querido puede romper el corazón de aquel que con angustia e incredulidad le dice adiós al ser que amó.
El autor pertenece al Departamento de Cardiología de la Universidad de Johns Hopkins, mantiene el blog www.corazonhispano.blogspot.com y es miembro de www.cienciapr.org.