Banner Blog A Tu Salud

Compartiendo la ciencia detrás de la salud, la enfermedad y el bienestar

La ciencia puertorriqueña en la detección del COVID-19

Imagen de Nicolle Rosa Mercado
PDF versionPDF version
Foto: Diego Chamorro

Publicado originalmente en la sección de Opinión de El Nuevo Día

En las últimas semanas hemos visto cómo se desata una pandemia por la enfermedad COVID-19. Ha quedado demostrado que aquellos lugares que han sido efectivos llevando a cabo el diagnóstico de esta enfermedad han logrado identificar la magnitud del contagio y tomar medidas para proteger a sus comunidades más vulnerables. 

Desafortunadamente, Puerto Rico aún no puede realizar pruebas de diagnóstico localmente, sino que depende de mandarlas a Estados Unidos. Actualmente, se han confirmado cinco casos de COVID-19 en el archipiélago. Uno de estos casos en un paciente que no ha viajado recientemente, lo cual sugiere que el virus lleva circulando más tiempo de lo que nos imaginamos. Sin un proceso eficiente de detección, estamos caminando a ciegas. 

Los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han aprobado que las pruebas de detección para el COVID-19 se lleven a cabo en laboratorios locales. Implementar esta estrategia lo antes posible nos ahorraría tiempo y salvaría vidas. El examen utilizado para detectar el virus SARS-CoV-2, agente causante de la enfermedad COVID-19, consiste en comprobar la presencia del material genético del virus en las muestras recolectadas de los pacientes. Esta reacción es relativamente sencilla y toma solo unas horas llevarla a cabo utilizando equipo que se puede conseguir en muchos laboratorios de biología molecular del país. 

La comunidad científica puertorriqueña tiene la capacidad de realizar este tipo de pruebas y debe tomar un rol protagónico en agilizar el proceso de detección del COVID-19 y en prepararnos para futuros desastres. 

Muchos centros médicos a través del mundo han establecido colaboraciones con laboratorios académicos para aumentar el número de pruebas diagnósticas realizadas. Algunos hasta han desarrollado sus propias pruebas que luego han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). La colaboración entre diferentes sectores ha facilitado la detección del virus en pacientes con síntomas y asintomáticos, quienes también pueden propagar la enfermedad. La agilidad y rapidez con las que se han llevado a cabo estas pruebas día a día salvará una gran cantidad de vidas.  

Puerto Rico cuenta con una gran cantidad de científicos y profesionales de la salud a través del sector médico, la industria y la academia que están comprometidos con el bienestar de nuestra comunidad. Nuestros oficiales gubernamentales deben promover este tipo de colaboraciones que prometen empoderar a la comunidad científica y minimizar la dependencia en las agencias federales. Más aún, este tipo de colaboraciones pueden sentar bases para el manejo de futuras epidemias y crisis. Ante las recientes catástrofes que han abrumado a Puerto Rico en los últimos años ha quedado claro que el país necesita más autonomía científica. 

Tags: