Una planta VIP
Enviado el 9 octubre 2011 - 2:55pm
Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.


Por Marie Custodio Collazo
En el municipio de Las Piedras hay una fábrica moderna, como pocas en el mundo, donde se desarrollan las moléculas que en algún momento podrían convertirse en el próximo medicamento estrella de la farmacéutica Merck.
La planta acaba de cumplir 25 años, y está atravesando una transformación tecnológica que la convierte en una operación de Suministro y Comercialización, donde se realizan procedimientos experimentales y de manufactura, explica el gerente general, Miguel Pagán Fernández.
Merck en Las Piedras se convierte así en parte de una nueva etapa en la industria farmacéutica de Puerto Rico, que procura atraer actividades previas al lanzamiento comercial de los medicamentos, agrupados bajo el término “Investigación y Desarrollo”, en un intento por mantener viva la manufactura en el País.
Pagán explica que la transformación de la planta les permite tomar una molécula y desarrollarla hasta su aprobación para el uso general de los pacientes. Esto implica que hay personas en un laboratorio en Puerto Rico que están determinando la formulación y los procesos que usarán para manufacturar ese medicamento, y luego serán los responsables de suplir las dosis que tomarán los pacientes durante las pruebas clínicas.
Todo esto sin abandonar lo que ha sido la fortaleza de la Isla por las últimas cuatro décadas, la manufactura de medicamentos que le dan la vuelta al mundo.
Desde Las Piedras se producen medicamentos tanto para el mercado estadounidense como para el mundo entero. Anualmente, fabrican 1,300 millones de tabletas. Pagán puntualiza que allí se produce el suplido global de Ribavirin, un fármaco para tratar la hepatitis. Además de medicinas para la alergia, el colesterol, el cáncer del cerebro y otros.
“Es una planta ‘state of the art’ de formas orales sólidas, diseñada para producir lotes a baja escala para pruebas clínicas, pero también a nivel comercial”, indica Pagán, y señala que hasta el pasillo con apariencia más simple esconde múltiples sensores para controlar las condiciones ambientales.
La disponibilidad de tecnología de punta, convierte a esta operación en un centro de excelencia de extrusión y granulación húmeda (procesos que se utilizan para dar forma a los compuestos que formarán una tableta), comenta el ejecutivo.
Además, Merck en Las Piedras es la única en Puerto Rico en ser recipiente del “Energy Star Label”, que certifica que consume entre 4% a 5% menos energía que otras planas similares. En Estados Unidos solo hay siete con dicho reconocimiento.
Producto de la fusión
La instalación operaba bajo el nombre de Schering-Plough hasta que hace dos años se aprobó la fusión con Merck. Fue así que Las Piedras se unió a una organización que ya incluía otras dos plantas, en Arecibo y Barceloneta.
Aunque las operaciones de Puerto Rico sobrevivieron a la reestructuración que realizó Merck, sí hubo cambios en la estrategia de negocios de la multinacional.
Entonces, se decidió establecer en Las Piedras la instalación de Comercialización, cuya construcción en la planta de Arecibo se anunció con bombos y platillos pocos meses antes de la fusión.
Esta semana se inauguró una de las fases de dicha operación, a un costo de $43 millones. El proyecto para renovar el edificio y dar paso a unas instalaciones modernas continúa, aunque Pérez se reservó los detalles sobre los próximos pasos.
“Nosotros ya teníamos mucha tecnología, lo que estamos haciendo es traer más”, explica Pagán sobre las razones por las que la organización decidió establecer en Las Piedras la operación de comercialización.