Con los días contados Acabá

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Por: Rafy Rivera/El vocero Joe Acabá ya no se siente perdido en el espacio o al menos en Rusia. A poco menos se seis meses para que el astronauta boricua regrese al espacio, donde formará parte de la Expedición 31 de la Estación Espacial Internacional (EEI), dijo que ya pasó la primera prueba de fuego con respecto al idioma. Ante la cancelación de los vuelos de los transbordadores espaciales de la NASA, ahora todos los viajes serán coordinados por la Agencia Espacial Europea y lanzados desde el cosmódromo de Baikonur, Kazajistán. Los viajes serán a bordo de naves Soyuz. El inglés no será el lenguaje oficial, sino el ruso. “Puedo hablar, puedo vivir allá, puedo ir a un restaurante y cuando estoy en la nave de Rusia nosotros solamente hablamos en ruso. Si estoy con mis compañeros todo lo que se habla es en ruso y ya. Puedo mantener ya una conversación completa, aunque a veces mezclo palabras de inglés y español”, dijo Acabá vía telefónica desde el Centro Espacial Johnson en Houston. De padres puertorriqueños, Acabá manifestó sentirse acostumbrado a lo frío del clima y de la cultura rusa. "Me siento muy bien allá, ya puedo andar por la capital Moscú y donde hacemos el entrenamiento, todo muy bien. El frío es algo diferente porque yo soy de California y con la sangre de Puerto Rico. A veces tenemos entrenamientos donde tenemos que vivir por varias noches afuera, durmiendo solamente con la ropa que tenemos en la nave y eso ha sido fuerte”, agregó. La figura de Acabá salió del anonimato en marzo del 2009, al convertirse en el primer astronauta puertorriqueño cuando formó parte de la misión STS-119 del transbordador espacial Discovery. Tras completar su trabajo se desempeñó como asistente de astronautas hasta que hace un año fue escogido para trabajar en la EEI. Acabá viajará al espacio en marzo y vivirá seis meses en la estación. El entrenamiento que recibe es mucho más arduo que para el Discovery. Parte de su preparación incluyen varios viajes entre Houston y Moscú. “Estamos como a seis meses, ya casi terminando y todo va muy bien. Tengo un viaje la semana que viene a Rusia y después me quedaría otro viaje más en febrero. En ese viaje me quedo allá hasta que vaya a salir para el espacio en marzo. Seis semanas en Rusia y regreso a Houston”, explicó Acabá. El reto mayor de los entrenamientos que lo convertirá en un experto de la EEI, es el de aprender mucho en poco tiempo. “Creo que es la cantidad de información que tenemos que aprender, es muy fuerte porque hay mucho que aprender y también el idioma ruso es difícil. Como ahora, yo quiero decir unas palabras en ruso, porque en mi mente pero no sé si es inglés, español o ruso”, dijo Acabá. “Son diferentes porque el entrenamiento de la estación es de dos años y medio, más o menos, y para el transbordador es un año. Entonces hay muchas más cosas que aprender para la Estación Espacial porque es más grande, voy a pasar más tiempo ahí. Una vez llegue a la estación van a pasar como dos semanas y me convertiría en el único de la NASA allá arriba con mis dos compañeros rusos. En total seremos seis, pero una vez los otros tres astronautas regresen a la Tierra quedaremos tres. Ahí sí que tendré que hablar todo en ruso”, señaló. Sobre el regreso al espacio y la bandera boricua La única vez que Acabá estuvo en el espacio fue por dos semanas. Esa primera vez le resultó increíble, pero ahora se prepara para vivir, trabajar y soñar por seis meses. Desde ya tiene planificado como serán esas inolvidables ‘vacaciones’. “Es increíble, yo quiero volver. El tiempo de la otra misión en el transbordador fue muy corto, demasiado rápido solamente dos semanas y casi no puedo esperar para vivir esa experiencia y trabajar por seis meses en el espacio. Eso es algo totalmente diferente. Voy a tener más tiempo para disfrutar la vista desde el espacio y disfrutarme vivir en el espacio. Ya tengo una idea de dónde me ubicaré para tener primera fila y ver el mundo entero”, expresó el también maestro de matemáticas. Otro de los compromisos que Acabá cumplirá será el de llevar la bandera de Puerto Rico a la EEI. Este detalle lo tiene fríamente calculado, al punto que ya sabe en qué lugar especial la pondrá. “Voy a tener la bandera en mi cuarto en la Estación Espacial, no es grande, pero me recordará mis raíces. No voy a poder llevar tantas cosas como cuando viajé en el transbordador, pero la bandera seguro estará en mi equipaje. La nave rusa es mucho más pequeña, pero tiene suficiente espacio para llevar a Puerto Rico”