A raíz del impacto que tiene la violencia en las escuelas, tanto en el derecho a la educación y a la seguridad, así como en la salud física, emocional y psicológica de nuestros jóvenes, en el año académico 2014-15 se llevó a cabo un 1er  Estudio sobre violencia escolar desde la experiencia de jóvenes universitarios. En el estudio se  exploró: 1) cuáles son las manifestaciones más comunes de violencia escolar a las que se enfrentaron los participantes durante su edad escolar, 2) de quiénes provino esa violencia, 3) cuáles fueron las poblaciones más vulnerables, y 4) posibles alternativas para reducir la violencia escolar. En ese 1er estudio participaron 164 jóvenes, 115 mujeres y 49 hombres, de 21 municipios, entre las edades 18 a 21. De estos, 125 habían estudiado en escuela pública, 33 en escuela privada y 6 reportaron haber estudiado en ambas. Las poblaciones que los jóvenes encuentran más vulnerables son los niños y jóvenes: sobrepeso (86%), los LGBTTQI (53%), con necesidades especiales (40%), mujeres (34%) y de rasgos negros (31%). Los participantes identificaron haber recibido agresiones de maestros y pares, pero las de los pares (64%) casi duplican las de los maestros (35%). Las agresiones entre pares de mayor frecuencia son las verbales (64%). De parte de los maestros se incluyen las agresiones verbales (35%) y la prohibición para ir al baño (31%). Los jóvenes recomendaron que se eduque a toda la comunidad escolar para que se respete la diversidad y para confraternizar.

En el año escolar 2015-16 se realizó un 2ndo estudio sobre La violencia y acoso escolar (en la zona este de PR), relación de ésta con las diferentes expresiones de género, y alternativas para combatirla, desde la experiencia de jóvenes universitarios. Este 2ndo estudio se realizó mediante cuestionario electrónico. Participaron un total de 139 jóvenes, 72% mujeres y 28% hombres. De esos un 75% se auto identificó como cisgénero y el otro 14% como “queer o gender fluid”. Los participantes provinieron de 25 municipios diferentes de la zona este de Puerto Rico, y un 65% habían estudiado en escuela pública, un 19% en escuela privada, un 15% había estudiado en escuela pública y privada, y un 1% en “homeschooling”. Participaron jóvenes de 17-22 años y el 72% de los participantes se encontraba entre las edades de 18 a 19 años. El 38% de los participantes expresó haber sido víctima de acoso escolar en algún momento. El nivel escolar de mayor incidencia de acoso, según reportado por los participantes, fue la escuela intermedia (25%), seguido por la escuela elemental (23%). Los jóvenes participantes entienden que quienes pueden hacer una mayor diferencia en cuanto a la prevención del acoso escolar son los jóvenes mismos (45%) y sus familias (21%).