Milenarios reyes de la noche

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Por: 

Aurora Rivera Arguinzoni

El cielo oscuro de las noches borincanas es todo suyo. Cientos de miles, quizá  millones, lo surcan para alimentarse y reproducirse. Unos buscan polen, otros semillas y algunos van tras la mejor presa. Antes de que amanezca casi todos regresan a las profundidades de la tierra. Conquistar las tinieblas una vez al año, como pretenden hacer los humanos cada noche de Halloween, es demasiado poco para ellos que son, precisamente, los seres que inspiran innumerables   leyendas.

Muy pocas veces se les ve, pero ahí están, ocupando su espacio desde hace millones de años. En Puerto Rico son los únicos mamíferos terrestres nativos, es decir, dueños y señores por designio de la Naturaleza, sin intervención humana, sin que los distraigan ideologías, partidos ni promesas. Y según uno de los científicos que más los ha estudiado, el doctor Armando Rodríguez Durán, “hasta donde sabemos las especies de murciélagos en Puerto Rico no migran”.

De los murciélagos nativos de Puerto Rico, tres se extinguieron antes de la conquista española. Otra prueba  del estoicismo de la Naturaleza. Las 13 que persisten tienen rasgos y ciclos de vida particulares, pero juntas cumplen cuatro funciones vitales: control de plagas de insectos como el mosquito Aedes aegypti (estimados conservadores indican que consumen unas 21 toneladas al mes), polinización, dispersión de semillas (incluidas especies endémicas) y ser alimento de la boa puertorriqueña.

Algunas de estas especies pueden encontrarse en otras tierras, pero hay uno, el  “Bigotudo mayor”, que solo vive en Puerto Rico, lo acaba de confirmar la  ciencia. La noticia es celebrada por la Fundación Quiróptera de Puerto Rico, que hoy le dedica al Pteronotus portoricensis el Tercer Festival  del Murciélago de Puerto Rico, en la Universidad Interamericana de Bayamón.

“Por muchos años su nombre científico fue Pteronotus p. parnellii, sin embargo hace unos años una científica pensó que podía ser único de Puerto Rico y sugirió cambiarlo a Pteronotus portoricensis. Había que verificar que en todos los países donde había Pteronotus p. parnellii no hubiera uno igual. No fue hasta agosto que salió (la confirmación), en el Congreso Internacional de Murciélagos, en Sudáfrica. Una científica de Brasil, Ana Carolina Pavan, oficialmente lo afirmó”, revela a Por Dentro Waldemar Feliciano Robles, presidente de la Fundación.

“Se pensaba que tenía una distribución bien amplia en todas las antillas, en el continente, pero resulta que son varias especies  y la que tenemos  solo la encontramos aquí (incluyendo Isla de Mona)”, agrega Rodríguez Durán, profesor de la Inter de Bayamón, donde se coordinan esfuerzos en pro de los murciélagos a través del (787) 279-1912, ext.2138. En el marco de este hito, Por Dentro presenta a continuación los murciélagos de Puerto Rico.

Insectívoros de la familia Mormoopidae

Bigotudo mayor

 Murciélago puertorriqueño. “Es mediano. El pelaje es gris amarillento y brilloso, dando la impresión de ser de fibra sintética. Los ojos son pequeños y las orejas anchas, pero puntiagudas. Dos mechones sobre el labio superior sugieren un bigote”,  describe Rodríguez Durán.

Bigotudo menor

 Especie más pequeña de Puerto Rico. Su peso equivale al de 3 a 5 centavos. Aunque habita en la parte más profunda de las cuevas, donde es más caliente, es la primera que sale al acercarse el atardecer porque a esa hora hay muchos insectos y así compite por el alimento.

Barbicacho

Tiene la cara aplastada y amorfa; le llaman “Ghost Face”. Sus pequeños ojos  parecen estar dentro de una oreja. Se luce con su pelaje de llamativo color rojizo. 

Insectívoros de la familia Molossidae

Murciélago viejo. Uno de los más veloces en Puerto Rico junto con el casero; ambos pueden confundirse entre las golondrinas al atardecer. Come insectos blandos como mosquitos y mimes. Puede encontrarse en techos ocasionalmente, pero prefiere las cuevas.

Murciélago casero. Come insectos blandos y duros porque tiene una de las mordidas más fuertes de los murciélagos pequeños. Suele alojarse en  techos de casas de madera.

Insectívoros de la familia Verspertilionidae

Murciélago alioscuro. Se le ha visto en zonas urbanas abandonadas y estructuras vacías, pero suele habitar en cuevas más frías que otros insectívoros. Entran en un estado más letárgico y tardan en alzar vuelo por lo que da tiempo a acercárseles.

Murciélago rabipeludo. Se le conoce muy poco, aunque está distribuido por gran parte de Puerto Rico. Las hembras, distinto a las de otras especies que tienen una cría al año y la dejan en la cueva cuando salen, tienen varias y han sido vistas cargando con ellas.

Frugívoros de la familia Phyllostomidae

De esta familia Feliciano Robles destaca que los que habitan en Puerto Rico se alimentan de néctar, de frutas o ambos, por lo que dispersan semillas, y algunos polen. Su nariz tiene  forma de hojuela y ayuda a dirigir las ondas de ultrasonido que emiten, que al chocar con  objetos circundantes les permite saber por dónde volar (ecolocalización).

Murciélago frutero común. Se encuentra por todo el País, en zonas boscosas, rurales o urbanas. No forma poblaciones  grandes, más bien suele vivir en forma de harén.

Murciélago hocico de cerdo. Especie arisca. Suele comerse las semillas en lugares distintos a donde las recoge y así las dispersa. Por ejemplo, puede dejar semillas de maga debajo de una  palma real de Puerto Rico.

Murciélago frutero de puerto rico. Se le considera endémico del bajo de Puerto Rico, el suelo que conectaba a Puerto Rico con las Islas Vírgenes hace millones de años y que hoy es lecho marino, por eso también se pueden encontrar en éstas. Distinto a otros, que habitan en comunas dentro de cuevas o en harén, es solitario, habita en árboles  y en la noche sale a buscar pareja para reproducirse. Es importante en la disperción de semillas.

Murciélago de las flores. Además de alimentarse de néctar come frutos pequeños. Es de tamaño medio, tiene lengua larga y poliniza. “Tiene la capacidad de meterse a áreas urbanas. Si hay una mata de guineo en un patio, por la noche pueden ir a buscar su néctar”, comenta Rodríguez Durán.

Murciélago lengüilargo. Tiene vuelo suspendido como un colibrí, lo que le permite posarse frente a una flor por unos segundos, introducir su lengua al interior, extraer néctar y polinizar.

De la familia Noctilionidae

Murciélago pescador. Es el murciélago más grande de Puerto Rico. Con las alas abiertas mide hasta dos pies. Se alimenta principalmente de peces aunque también consume insectos, cangrejos y escorpiones. “En Vieques, en los recorridos por la bahía bioluminiscente, se pueden ver. ¡Es espectacular!”, describe Rodríguez Durán.

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