Aventura dentro por el Bosque Monte Choca en Corozal

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Yaritza Santiago Caraballo
Decenas de personas se apuntaron para la travesía a lo largo del Bosque Estatal Monte Choca como parte de las actividades del Día Nacional de las Veredas que el Departamento de Recursos Naturales. (Ana María Abruña)

La mañana está soleada y calurosa, pero un grupo de  adultos, jóvenes y niños llega a los predios del Bosque Estatal Monte Choca para conocer  las bellezas de esta área natural que ubica en uno de los puntos más elevados  de Corozal.

Son más de 30 personas las que se apuntaron para esta travesía que es parte de las actividades del Día Nacional de las Veredas que el Departamento de Recursos Naturales celebró ayer en la Isla para promover la visita a los bosques, reservas y refugios. La actividad se realizó simultáneamente en Estados Unidos. 

El punto de salida para el recorrido es un pequeño centro que donde se ofrece el campamento Monte Choca. Desde ahí, el grupo camina por una carretera embreada con residencias alrededor que integran  el  barrio Palos Blancos.

A los pocos minutos un letrero que lee: Vereda de los Granadinos, nos da la bienvenida  para entrar a un área natural compuesta de más de 244 cuerdas de terreno, rica en flora con más de 140 especies de plantas y árboles, y más de 28 especies de aves.

Le llaman la “Vereda de los Granadinos” porque parte del área exhibe  árboles de gran altura, lo llamados Árboles Campeones que miden sobre 50 pies de alto, según explica nuestro guía, Alberto Rivera,  de 64 años vecino del barrio Palos Blancos. 

Rivera conoce este bosque como la palma de la mano, pues  desde pequeño lo recorría con sus hermanos   cuando salía  desde su casa, para  ir a  la escuela. 

De hecho, para la década de 1990  Rivera, quien preside el Club Cívico Ambiental Palos Blancos, luchó junto a un grupo de  vecinos  para que   estos terrenos  no fueran segregados  en lotes. Fue una lucha que la comunidad Palos Blancos ganó con la cooperación del Departamento de Recursos Naturales, al punto que esta área natural se designó como bosque y está clasificado como bosque húmedo subtropical.

Diversidad de aves

Entrar al bosque brinda una sensación de paz, de tranquilidad. No hay autos, bocinas, radios, ni humo. Allí,  el cantar los pájaros como el Carpintero, el Bienteveo, el Pitirre, y la Reinita, entre otras aves, deleitan a los presentes. 

Entre las plantas y árboles, un árbol de Ceiba se manifiesta en su máxima expresión. Difícil no asombrarse con sus enormes raíces sobre la tierra en  medio de aquella vegetación.

 La estampa obliga a realizar una parada para fotografiarse con la enorme Ceiba. "Abrazemos el árbol. Es un árbol símbolo. Para la cultura taína era un árbol sagrado", dice Rivera.

El recorrido continúa por un área donde yacen grandes huecos que  hace muchos años,  fueron antiguas extracciones de  minerales. Esos huecos lucen actualmente como charcas arropadas por una sustancia verde.

La vereda se extiende hasta  un tramo  llamado ‘Camino de Doña Juana’, que es el trayecto por donde Rivera caminaba  para ir a su casa donde vivía con su madre, Juana Santiago, y sus 13 hermanos.

Rica flora

Por el trayecto se observan árboles exóticos no nativos como Bola de Cañón, un árbol nativo de Suramérica    que tiene en su tronco  frutos de gran tamaño color marrón. Más adelante, el bosque exhibe  el árbol de Dillenia, plantas de flores pertenecientes a la familia Dilleniaceae, nativa de las regiones tropicales y subtropicales del sur de Asia.

Un árbol al que llaman ‘pelúa’ se da a conocer por  las bolas peludas alrededor de  sus hojas.

Luego de pasar cuestas, bajadas,  pequeñas quebradas, y árboles de Yagrumo,  se llega a una de las áreas más hermosas y  vistosas del bosque conocida como la Catedral del Bambú, un área que  luce enorme grupos tipo  ramilletes de esta planta.

Le llaman la catedral porque la comunidad de enormes bambúas formaba un tipo de techo natural, pero el azote de los huracanes ha trastocado un poco el lugar. No obstante, el encanto del área permanece haciendo del Bosque Monte Choca un lugar especial. 

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